Santa María de Lebeña

Santa María de Lebeña
Santa María de Lebeña

Entre Panes y Potes, después de atravesar el desfiladero de la Hermida nos encontramos con esta pequeña joyita magníficamente conservada, muestra del arte hispánico de repoblación. Se considera la mejor muestra del arte prerrománico en Cantabria, que anticipa soluciones luego muy usadas en el románico, como los pilares cuadrados con columnas adosadas.

Su origen se relaciona con Don Alfonso y Doña Justa, condes de Lebeña, según un documento de 924, habiendo sido construida para depositar los restos de Santo Toribio sin que esto se llevara finalmente a cabo. Según cuenta una leyenda los condes perdieron la vista en el intento y solo la recuperaron cuando definitivamente desistieron en su empeño.

Planta y alzado
Planta y alzado

La planta es rectangular, de 12 x 16 m. con tres naves rematadas en tres ábsides. El interior, muy compartimentado según requería la liturgia hispanovisigoda, está cubierto con un sistema de bóvedas de cañón sostenidas por arcos de herradura que apoyan en columnas circulares con capiteles corintios. Además de las hojas de acanto podemos encontrar en su decoración palmetas y rosetas.

Losa del altar
Losa del altar

Un gran bloque de piedra arenisca constituye el altar. Está labrado con símbolos de procedencia celta cuya interpretación ha propiciado muchas investigaciones. Esta losa apareció con motivo de unas obras en 1971. Formaba parte del antiguo suelo. Se dice que cubría una cripta dolménica que estaría bajo el mismo edificio y que aún no ha sido estudiada. Otra versión indica que antes estaría en una posición mas retirada, a modo de iconostasio. Sea como fuere, su procedencia pagana parece innegable, por mucho que se hayan adaptado los símbolos al cristianismo.

El retablo barroco del siglo XVII está presidido por una talla policromada de la Virgen de la Buena Leche del siglo XV que ha sido recuperada después de ser robada en 1993.

Exteriormente está ejecutado con mampostería con buenos sillares en las esquinas. Destacan en la cornisa los modillones de rollo decorados con esvásticas y hexapétalas. El pórtico adosado y la sacristía son posteriores, del siglo XVIII y la torre del XIX-XX.

El tejo, plantado en origen junto a la iglesia, murió hace no mucho, después de grandes esfuerzos por salvarlo. El olivo parece correr mejor suerte. Ambos fueron plantados según la leyenda por los Condes de Lebeña: el plantó el tejo, por su origen cántabro, y ella el olivo, por su origen andalusí.

Abierto todo el año
Visitas guiadas del 1 de julio al 15 de septiembre
10:00 a 13:30 y de 16:00 a 19:30 -Cerrado los lunes
Más información: 942 840 317

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